sábado, 20 de enero de 2007

La leyenda


La Leyenda



Existe una antigua leyenda entre los nativos de Africa del Sur que explica el origen de la cresta dorsal en los perros. Cuenta la leyenda que en tiempos muy remotos existió una aldea Hotentote que estaba siendo asediada por un temible león. Los habitantes, aterrorizados, no se atrevían siquiera a salir a buscar alimentos, por lo cual los víveres comenzaron a escasear. Cuando la situación se volvió intolerable, decidieron comerse a los perros del pueblo. Una perra preñada, temerosa por la suerte que podrían correr sus cachorros al nacer, decidió escapar del poblado. Aún a riesgo de tener que enfrentarse con el león, salió a buscar un cubil apropiado para el nacimiento de sus cachorros.
Tiempo después, intentó regresar a la aldea seguida de su numerosa prole, pero al llegar uno de sus cachorros fue alcanzado y devorado por los hambrientos pobladores. Desesperada, viendo que ya nada podía hacer para evitar la horrible suerte de sus cachorros, la perra decidió poner en práctica la última alternativa que le quedaba: atacar al león.
Lo encontraron dormitando a la sombra de una gran acacia. Aprovechando la sorpresa inicial, la perra y sus cachorros atacaron al león, acosándolo y mordiéndolo con bravura. Los nativos, alertados por los ladridos y rugidos salvajes que provenían de la zona, tomaron sus armas y acudieron presurosos al lugar.
Lo que vieron los asombró y horrorizó al mismo tiempo: varios cachorros yacían muertos, destripados por las terribles garras, mientras los cachorros más bravos, jadeantes y cubiertos de sangre, aún acorralaban a la fiera. La perra aferraba con toda la fuerza de sus mandíbulas el cuello del león, el cual, en un intento desesperado por escapar, le desgarró todo el lomo con una de sus afiladas garras.
De un lanzazo certero, los nativos remataron a la fiera agonizante. Avergonzados por su cobardía y gratamente asombrados por el coraje y la bravura demostrados por sus perros, llevaron a la noble perra y los cachorros sobrevivientes en presencia del hechicero. Este les rogó a los dioses que sanaran a los bravos animales, y que además le permitieran a la perra transmitir a su futura descendencia la marca que el león había dejado en su lomo como prueba de su enorme coraje.
Desde entonces, todos los descendientes de esta noble perra ostentan en el lomo la marca en forma de puñal que los identifica como los Cazadores del León.




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